dilluns, de març 26

UN PAILEBOT SOLIDARIO

Las estelas reflejadas en el mar acompañaban a un pailebot centenario hacia el puerto de Barcelona donde aguardaba mucha gente y personalidades para recibirlo, después de una larga travesía, por variopintos países lejanos. Estaba impecable tras su última restauración, ofrecía aquel esplendor de antaño. En las velas, las gaviotas se posaban curiosas; el capitán y los marineros saludaban eufóricos a la muchedumbre desde la popa del navío, que por su parte les recibían con una orquesta y cantos. Las bodegas del pailebot estaban vacías de provisiones después de haberlas repartido a las personas más necesitadas por aquellos mundos remotos; era su primer viaje después de tantos años jubilado, pero necesitaba celebrar su centenario con una proeza solidaria, recordando aquellos tiempos de gloria y otros no tanto, pasando por diferentes propietarios de compañías navieras y adaptándolo a los nuevos tiempos, toda una historia que merece un homenaje al pailebot Santa Eulalia.

Piedra

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada

Comenta