dilluns, de març 19

A NADINE

Con su sonrisa a cuestas navega tras las olas.
Dolores y pesares persiguen sus deudas.
Y tras el murmullo amarillo de naciones desconocidas,
descansan en un bote sus tres tesoros.
Dos durmieron allí y el otro pereció.
Y si en el espejo del pasado eres capaz de ver tu cruz,
no desesperes más porque ya no volverá.
Dicen que tiempo atrás se descubrió un pailebote centenario, capitaneado por la nada.
Sus sueños hechos jirones, su vida y su armada.
¿Y si acaso son verdades a medias?
Más deudas que habrás de pagar.
Federico, el rinoceronte está dormido.

Ethel

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